Propuesta para transformar al INPI
La situación de los pueblos indígenas en México es un tema de gran importancia, especialmente considerando la vasta población que se autoidentifica como indígena o afromexicana. Según datos recientes, hay 23.2 millones de personas que se autoadscriben como indígenas y 2.5 millones que se autoadscriben como afromexicanos. La situación actual de estas comunidades refleja una considerable brecha entre la realidad jurídica, política e institucional y los compromisos internacionales asumidos por el país. A pesar de los avances en el reconocimiento de los derechos indígenas, persisten desafíos significativos para consolidar su desarrollo. Es crucial fortalecer su participación activa en el diseño y evaluación de políticas públicas. La futura presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha convocado a «las mesas de diálogo por la transformación» en las que se han formulado múltiples propuestas para la implementación de políticas públicas. Esto nos lleva a analizar la situación actual del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI).
El Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) es la institución gubernamental encargada del desarrollo de las comunidades indígenas en México. Fue creado mediante decreto en el Diario Oficial de la Federación el 4 de diciembre de 2018, bajo la gestión del presidente Andrés Manuel López Obrador. Este instituto ha implementado programas significativos como el «Programa de Apoyo a la Educación Indígena» (PAEI) y el «Programa para el Bienestar Integral de los Pueblos Indígenas» (PROBIPI).
A pesar de los esfuerzos del INPI, existen limitaciones en su capacidad para cumplir con todas sus funciones. Una de las principales dificultades es la fragmentación de los recursos destinados a las comunidades indígenas, que están distribuidos en varias dependencias federales. Esta dispersión no solo crea confusión, sino que también puede llevar a duplicidades y a la falta de una estrategia coherente.
Limitaciones en el Cumplimiento de sus Funciones
El INPI enfrenta varias limitaciones que afectan su eficiencia y efectividad:
Fragmentación de Recursos: Diversas dependencias federales manejan partidas presupuestales destinadas a los pueblos indígenas, lo que dificulta la coordinación y maximización de recursos.
Alcance Limitado: Aunque el INPI ha implementado programas importantes, su alcance es limitado debido a la falta de recursos suficientes y a la complejidad de las necesidades de las comunidades indígenas.
Falta de Coordinación Interinstitucional: La falta de una coordinación efectiva entre las diferentes entidades gubernamentales que manejan asuntos indígenas crea redundancias y lagunas en la atención y el apoyo a estas comunidades.
Ventajas de Convertir al INPI en una Secretaría de Estado
Transformar el INPI en una Secretaría de Estado podría ofrecer varias ventajas significativas para mejorar la atención y el desarrollo de las comunidades indígenas en México:
Fortalecimiento Institucional: Convertir el INPI en una Secretaría de Estado permitiría una mayor coordinación y recursos para abordar las necesidades de las comunidades indígenas de manera más efectiva. Esto incluiría la creación de políticas específicas y la asignación de presupuesto adecuado, evitando la dispersión y permitiendo una asignación más eficiente de los fondos.
Mayor Autonomía y Capacidad de Decisión: Como Secretaría de Estado, el INPI tendría más autonomía para tomar decisiones y diseñar estrategias que beneficien directamente a las comunidades indígenas. Esto incluiría la posibilidad de establecer alianzas con otras instituciones, organismos internacionales, y mayor visibilidad y peso político.
Coordinación Efectiva: Una Secretaría permitiría una mejor coordinación interinstitucional, asegurando que todas las políticas y programas dirigidos a los pueblos indígenas sean coherentes y complementarios.
Capacidad de Influencia: Con el estatus de Secretaría, la entidad tendría mayor capacidad para influir en la agenda política y en la asignación de recursos, garantizando que las necesidades y derechos de los pueblos indígenas sean una prioridad nacional.
Consulta y Participación Activa: La transformación del INPI en una Secretaría de Estado debería ir acompañada de un proceso de consulta amplio y participativo con las comunidades indígenas, garantizando que sus voces sean escuchadas y que las políticas se adapten a sus necesidades específicas.
Propuestas para el Futuro
Basándonos en los análisis y propuestas surgidas de «las mesas de diálogo por la transformación» convocadas por la próxima presidenta de México Claudia Sheinbaum, y en donde participó e hizo varias propuestas el «Gobierno Indígena Nacional» Gobernanza Indígena y Afroamericana de México; derivado de estas iniciativas se pueden formular varias estrategias para mejorar el apoyo y desarrollo de las comunidades indígenas de nuestro país.
Proyectos Productivos y Desarrollo Integral Sustentable: Implementar proyectos que respeten la identidad y cultura de los pueblos indígenas, promoviendo su desarrollo económico sustentable, ampliando el catálogo de servicios y productos agrícolas.
Fortalecimiento de la Educación Indígena: Ampliar y mejorar programas como el PAEI, asegurando que todos los niños y jóvenes indígenas tengan acceso a una educación de calidad que respete y promueva su cultura y su lengua, y que a través del deporte indígena se puede fortalecer y desarrollar su educación básica a temprana edad. Buscando consolidar una mejor coordinación entre el INPI y la SEP.
Salud y Bienestar Integral: Desarrollar programas específicos para atender las necesidades de salud de las comunidades indígenas, respetando sus prácticas tradicionales y complementándose con servicios médicos modernos, ampliando su «catálogo de servicios» incluyendo conceptos de medicina tradicional como: La Herbolaria tradicional, los masajes, el temazcal y la atención tradicional a la salud mental.
Protección de Derechos y Territorios Indígenas: Garantizar la protección de los derechos territoriales de los pueblos indígenas, asegurando que sus tierras y recursos naturales sean respetados y protegidos contra la explotación y el despojo.
La transformación del INPI en una Secretaría de Estado representa una oportunidad crucial para mejorar la vida de millones de indígenas y afromexicanos en México. Con una estructura centralizada, recursos adecuados y una coordinación efectiva, el gobierno puede asegurar que las comunidades indígenas reciban el apoyo y respeto que merecen, promoviendo así un desarrollo verdaderamente inclusivo y sustentable.